“Polònia”, o cuando la primera es la segunda o la cuando la novata es admirable

Ella puede ser alguien

Les voy a contar una historia nocturna, de esas que dan poca ganancia y mucho que pensar. Como últimamente  mi cuerpo está jugando al gato y a al ratón conmigo anoche no me encontraba muy fino, no teniendo nada mejor que hacer que mirar el debate que el programa “Àgora” del 33 ( segunda televisión pública catalana) ofrecía. Las y el invitadas/o eran   las y el “número 2” de los diferentes partidos (del ámbito parlamentario, eso sí: hay 119 candidaturas en estos comicios) que se presentan por la  circunscripción de Barcelona en las próximas elecciones al Parlamento autónomo catalán a celebrar el próximo día 28 .

De entrada, un apunte: los segundos de a bordo son mujeres. Tan sólo hay un cabeza de lista femenino, la sra. Sánchez Camacho ( Partido Popular). Todos los otros partidos fían sus posibilidades a los hombres. Mi análisis después de escuchar al representante del Partido Popular es este: muy apurado debe estar de talento el PP de Catalunya para presentar a un personaje como Jordi Cornet y-no-sé-cuantos-apellidos-más ( para demostrar su catalanidad, ilustró con su árbol genealógico a la concurrencia, cual noble fuere, que no es el caso ). Jugando peligrosamente con los sentimientos de la concurrencia, obró un milagro: desde la independentista   representante de ERC hasta la más que conservadora de Ciutadans se pusieron contra él. Impresionante. Lo peor es que este caballero puede ser “conseller”, y /o tener grandes responsabilidades en Catalunya en un futuro próximo . La Delegación del Gobierno, sin ir más lejos.

Más mérito me dieron Anna Simó o Dolors Camats. La primera, representante de Esquerra Republicana de Catalunya y la segunda de Iniciativa-EU-EV, respectivamente. Ambas obsequiaron al paciente telespectador – aguantar el debate fue tarea al alcance de muy pocos, por su opacidad a la ciudadanía en general- con una coherencia y dominio de los datos admirable: se veía que son animales políticos y saben lo que quieren. Se podrá estar de acuerdo o no con ellas, pero de una cosa nadie podrá dudar: serían dignas merecedoras de ser el cabeza de lista si sus partidos así lo requiriesen. En ambas se ven oficio y ganas: ello tranquiliza, la verdad. Podría decir lo mismo de la señora Ortega, representante de la coalición nacionalista “Convergència i Unió”. Me consta que es una política experimentada, con muchos años en la cosa pública. Pero cometió un error que en política se paga muy caro: se mostró como la ganadora sin haberse celebrado las elecciones. Eso queda muy mal, y suele quitar la razón a quien actúa así. Su gran suerte es que el programa no fue visto por mucha gente. Otro gallo cantaría si hubiere sido emitido en “prime.time”…..

La misma suerte que corrió la sra. De Rivera, de Ciutadans: siendo elegante, no fue su noche. No supo expresar su programa – que probablemente tenga éxito, no lo dudo – , estuvo muy nerviosa y a punto del llanto a la hora de pedir el voto, cuando le sobrevino el famoso pánico escénico. Una buena abogada y bellísima persona, sin duda. Pero el mundo de la política no está aparentemente hecho para ella. Ayer se tuvo condescendencia, pero no se tendrá tanta si su voto es decisivo y las afiladas y bien entrenadas dientes de los/las tiburones de la política catalana se ceban en ella. No obstante, provocó mi más sentida admiración por algo que contaré después.

En cambio a quien le sobran tablas y escenario entero era a la representante socialista, Montserrat Tura. No era para menos: muchos creen que su partido ganaría en mensaje con ella de candidata a la Generalitat. La “consellera” y experimentada política hizo de tripas corazón y en un debate de segundones demostró lo que es pedagogía de la labor de gobierno, brindando un ejemplo de cómo se debate en público. De hecho cuando la sra. Tura hablaba se producía en la sala un silencio  más que elocuente: había mucho que aprender de la representante socialista, y las más jóvenes  lo sabían. El lenguaje corporal de las representantes de ERC e Iniciativa delataban una más que atención cuando la antigua alcaldesa de Mollet tomaba la palabra. Si el resultado es más ajustado de lo que indican ahora las encuestas, atención al papel que pueda desempeñar la sra.Tura en los casi inevitables pactos post-electorales.

No obstante mi decepción fue bastante grande: en líneas generales el debate no había aportado gran cosa, si somos sinceros. Lo que sí parece claro es que el Partido Popular ve perdidas estas elecciones y su campaña ya se basa en herir. También que CiU se ve ganadora, y que cree que el único aliciente de ir a votar es certificar la diferencia de votos con el segundo partido. Y que este segundo tiene probablemente la política más capaz en el lugar más poco propicio. Pero cuando se tocó un tema que sí pudiere cambiar ese panorama político (la creación de una Ley Electoral Catalana , con una representatividad más acorde con los criterios poblacionales de la Catalunya del S.XXI y no del XIX )  todos los presentes enmudecieron. Todos excepto la representante de Ciutadans, que sin tapujos explicó que la Ley se había bloqueado por intereses partidistas “pues la Ley se vino abajo cuando los representantes de los partidos fueron con la calculadora en mano y desecharon los ejemplos que les proponían los demógrafos y técnicos”.

Ella los dejó en ridículo

Es decir, el famoso oasis de “Polònia” se esfumó cuando una señora muy poco ducha en lides políticas les sacó los colores a todos los presentes que se llenaban la boca “de bon govern” y sobre todo “entesa” ( entente, Gobernanza, en catalán ). Elocuentes fueron las caras que se podían ver en plató cuando la sra. De Rivera hablaba: cabizbajas, mirando al techo o al presentador suplicando que cortara a la dicharachera abogada barcelonesa .

Historias de una noche agitada, historias de una “Polònia” para no dormir, en definitiva…..

P.S.: por cierto, la única que no habló de la famosa Ley Electoral  ya pueden adivinar quién fue: Tura, Montserrat. La experiencia, un grado.